Cuando pensamos comprar una mira telescópica, hay una gran variedad de
marcas y modelos para elegir. Para comenzar, vale aclarar que hay dos
grandes grupos de miras: aumentos fijos y aumentos variables.
Aumentos Fijos:
Las miras de aumentos fijos fueron las primeras en aparecer. La mayor
ventaja está en su sencillez. Tienen un menor número de piezas, con menos
movimientos, por ello tienen menos defectos y averías (Según distribuidores, a
igual cantidad entregada, son 3 veces menos propensas a inconvenientes que las
variables), la distancia ocular es constante, el retículo tiene siempre el
mismo tamaño real y aparente. Suelen tener un campo de visión más amplio
que una variable de igual diámetro objetivo y al mismo aumento y calidad de
componentes suelen ser más económicas.
El inconveniente: son de aumento fijo, así que uno hace una
elección de aumento y luego debe vivir con ella.
Aumentos Variables:
Las miras de aumento variable nacieron para poder usar un arma/mira en
varias disciplinas de tiro, por ejemplo seleccionando un aumento de 4x para
caza en monte o hacer largos disparos en montaña seleccionando 12x. Debido al
mayor número de piezas que la componen y mayor sofisticación, necesitan, a
igual calidad de materiales, una elaboración más cuidadosa y un mayor control
que las miras de aumentos fijos lo cual se refleja en el precio. También
por la mayor cantidad de piezas suelen ser o más pesadas que las fijas o bien
más frágiles. Un punto relevante solo tratándose de miras de aumento variable
es la ubicación del retículo en el sistema óptico.
Ubicación del
retículo en el primer plano focal:
Usado ampliamente por las firmas Europeas, éste está ubicado al frente
del sistema que cambia la magnificación de la mira, por tanto el retículo
aumenta/disminuye de tamaño (como los demás objetos del campo de visión) al
subir/bajar aumentos cambiando el tamaño aparente del mismo (aunque no el
real), la ventaja de este sistema es que el punto de impacto se mantiene
inmutable al cambiar de aumentos, además mantiene siempre la misma relación de
tamaño con el blanco.
La contra es que en miras con mucha amplitud de aumentos el retículo
puede parecer imperceptible a muy baja magnificación o demasiado grueso a la
máxima magnificación.
Ubicación del
retículo en el segundo plano focal
Es la solución más utilizada en Usa y Oriente y se define así cuando el
retículo está ubicado por detrás del sistema que cambia la magnificación de la
mira, o sea, en el segundo plano focal. Así al subir o bajar aumentos el
retículo no cambia de tamaño aparente, (aunque sí de tamaño real) pudiendo esto
ser una ventaja a la hora de usar una variable de gran cantidad de aumentos o
para tiro de precisión (al subir la magnificación la cruz no crece y permite
una puntería más fina).
La gran desventaja de esta ubicación es que cualquier tolerancia lateral
o longitudinal en el centrado del sistema de lentes con respecto al retículo
generará un cambio del punto de impacto al cambiar la magnificación. Ejemplo:
una tolerancia de 0,25mm genera un cambio del punto de impacto de 3 cm. a
100metros. Además hay que decir que los modelos económicos no se
caracterizan por su estricto control de calidad o tolerancias mínimas, por ello
tienen cambios del punto de impacto considerables. Incluso las marcas que
cuidan la tenacidad de los materiales para evitar desgastes, controlan las
dimensiones y ajuste de las piezas no pueden eliminar del todo ese problema ya
que debido a la dilatación térmica, para poder usar un visor en cualquier
clima, ciertas holguras deben permitirse. Por esto las miras de aumento
variable de precios económicos (más aún si ofrecen retículo en el segundo plano
y montones de agregados como correctores de paralaje, retículos iluminados,
etc.) no deben considerarse si buscamos una mira telescópica confiable. La
elección de una variable debe recaer en marcas altamente reconocidas en el
ámbito de la óptica que no quieran arriesgar su reputación.
El tema de las miras telescópicas con aumentos variables nos
introduce en la cuestión de que cantidad de aumentos son los que necesitamos
para la disciplina que practicamos, una mira variable puede ser muy versátil
pero una mala elección de los aumentos necesarios puede costarnos caro. Muchos
novatos al ir de cacería se limitan a poner la rueda en una alta magnificación,
como si así fueran a pegar más. Aquí no estamos en un polígono con un blanco
fijo en pleno día. Resultado mayor aumentos reducen el campo de visión,
aumentan los temblores del pulso, disminuyen la pupila de salida y la
luminosidad haciendo imposible disparar a un blanco muy cercano o en
movimiento.
Para evaluar que
aumento se necesita es necesario tomar en cuenta:
Primero defina el tipo de arma en
la que se montara: es un PCP, un resortero o quizás un revolver a CO2.Supongamos
que la elección del arma se ha hecho correctamente de acuerdo a la disciplina
que se practica. Las armas compactas de alcance moderado como un revolver o
pistola deben llevar una mira telescópica compacta, con distancia ocular de
6/7cm para encararse bien con culatas cortas. El lente objetivo debe ser de
tamaño moderado para poder ir montado bien bajo y favorecer el tiro instintivo,
mucho aumento significa además un campo de visión estrecho que dificulta el
disparo en movimiento. Al no tener mucho aumento no será necesario un objetivo
de gran tamaño para tener luminosidad, si la calidad del aparato es reconocida
puede tener retículo iluminado.
Los aires comprimidos como los resorteros, deben llevar una mira
telescópica que resista sin dudas un retroceso violento, también aquí sólo
las variables de mayor calidad serán aptas, los aumentos deben ir entre 1.5 y
4x como máximo y el diámetro del objetivo no mayor a 32mm. Para estas potentes
armas, la distancia ocular es fundamental, tiene que ser de 8cm o más (también
son indicadas las miras scout, que se montan por delante de la acción sobre el
cañón).
En las armas 5,5 de tiro recreacional una mira de 4x fijos es la elección
ideal, si se va a utilizar para tiro de competición o alimañero será necesario
mayor aumento y que la mira enfoque correctamente a cortas distancias, la
mayoría de las miras para fusil no enfocan correctamente a menos de 50m
produciendo errores de paralaje, en cambio las de aire comprimido y .22
corrigen paralaje a partir de 7 metros. En cuanto a la calidad, muchas veces no
se invierte en una mira para estas armas x que es solo un
resortero disiento con esta actitud, muchísimos resorteros de marca
reconocida agrupan a 30/50m mejor que un fusil de
grueso calibre.
Tengan en cuenta que al subir los aumentos el efecto paralaje es considerable, además
en días calurosos la reverberación térmica se hace más evidente con grandes
aumentos, anulando la posible ventaja.
Un tema aparte dentro de las miras para largas distancias es el de los
retículos Mil Dot.
Primero: en las miras de aumento variable, si el retículo no cambia
de tamaño al cambiar aumentos (primer plano focal). En las miras con retículo
en segundo plano focal, el retículo sólo es útil a un aumento específico.
También es importante saber que con los años han aparecido miras con retículo
mil dot hechas en sudeste asiático a bajo precio, la combinación es de lo peor,
porque este retículo requiere máxima precisión y uniformidad en la
construcción, y esos modelos simplemente no pueden ofrecer garantías al
respecto (sumado a que en estos aparatos el valor de los clicks suele ser
inconstante).
Unos puntos que diferencian claramente una mira táctica de una de tiro son la
solidez en la construcción, el valor de los clicks (una mira táctica tiene
clicks de ¼ moa, ½ moa o directamente compensador de caída de proyectil,
mientras que una de tiro tiene clicks de 1/8 moa) y el rango de ajuste del
retículo (una mira táctica tiene un rango de ajuste de más de 80 moa, las de
tiro menos de la mitad de ese valor).
Las condiciones de
luminosidad.
Si se va a cazar en condiciones de luz deficientes el objetivo debe ser
de al menos 42mm, el tubo de 30mm, los aumentos deben mantenerse por debajo de
8x y al elegirlo el índice crepuscular y transmisión lumínica deben figurar
entre sus especificaciones. Una lente objetivo de gran tamaño no implica de por
si buena luminosidad, es fundamental la calidad del lente, el tratamiento
aplicado sobre ella, la transmisión lumínica y un diseño que no desperdicien la
luz provocando reflejos parásitos o aberraciones.
Como regla Gral. el diámetro debe ser tal que genere una pupila de salida entre
5.5 y 7 milímetros en el aumento seleccionado más usualmente:
(Pupila = diámetro del lente/cantidad de x)
Recuerde que las mayores ventajas de una miras telescópica son poner en un
mismo plano el blanco y el retículo y aumentar la luminosidad, no tanto los
aumentos, por lo tanto los aumentos en un variable deberían mantenerse tan
bajos como sea posible, siendo mejor invertir el dinero en calidad óptica que
en aumentos excesivos.
La calidad de la mira debe ir en consonancia con los demás elementos del
equipo, tanto el tirador, el arma, el montaje y la mira forman un conjunto y
los resultados serán el promedio de calidad de todos conjugados.
Retículos
Tan importante como el tamaño del objetivo, aumentos, etc. es la
elección del retículo. Este debe adecuarse perfectamente a la disciplina de
tiro o caza que practiquemos, podrían enunciarse dos características generales:
1) que obstruya lo mínimo posible la visión
2) que sea un diseño que no distraiga nuestra atención y favorezca una
rápida adquisición del blanco.
Retículos
iluminados
Es importante que no generen reflejos dentro de la mira y que el brillo
sea moderado para que no disminuya el diámetro de nuestra pupila.
Esperamos que los ayude esta nota en la elección de su nueva mira.
Dejen en los comentarios que arma y mira tienen en estos momentos y su
experiencia con la misma. Hasta la próxima nota.